domingo, 6 de octubre de 2013

Vía ferrata Peña Rueba

Vía ferrata Peña Rueba 

La subida a Peña Rueba, gran mirador sobre los Mallos de Riglos, es una excursión que mezcla senderismo, dos vías ferratas y una larga cresta que cae vertiginosa sobre el río Gállego.

Salimos de Huesca por la A-132 en dirección a Ayerbe y Murillo de Gállego. Entramos a Murillo y seguimos el indicador morado a la ermita de la Virgen de Liena. A los 300 metros, en el siguiente indicador a la ermita, tomamos a la derecha un amplio camino de tierra (no seguimos el indicador que nos lleva a la izquierda). Ya en la pista, accesible con cualquier vehículo aunque un tanto pedregosa, pasaremos por delante del muro de una casa y más adelante por el costado de dos balsas artificiales. Seguimos de frente hasta que nos cruzamos con un barranco (normalmente seco) y la pista de tierra toma una pronunciada curva a la izquierda. Podemos aparcar en el margen del camino.

 

100 metros atrás a la izquierda, indicado con triángulos rojos y amarillos, sube una pista que rápidamente se convierte en una pequeña senda que va a parar al pie de la Cueva Calva, una formación característica de Peña Rueba. Un poco antes de la cueva el sendero se bifurca, si tomamos la derecha subiremos por la ferrata de la Mora - Sur, si seguimos a la izquierda subiremos por la ferrata Varela Portillo - Oeste. Nosotros comenzamos a subir por esta última pues tiene un inicio más vertical que la Sur prácticamente sin grapas.



La aproximación a la ferrata Oeste es larga (es toda una excursión!), desde la Cueva Calva seguimos al norte rodeando Peña Rueba tendiendo a ir siempre a la izquierda, como si nos alejáramos. Perderemos altura para cruzar un barranco y subiremos por la loma de enfrente hasta llegar a unos paredones inclinados y lisos. 

Aquí daremos con el paso natural de la Faja Varela-Portillo (tono rojizo de la roca). El camino gira bruscamente al este donde tenemos visible al fondo un espolón, inicio de la ferrata y la cresta de Peña Rueba. Nos faltará caminar por un prado y subir por un pronunciado pedregal, aquí el sendero se encuentra a la izquierda, para llegar a tocar la primera grapa un poco escondida, cruzando de nuevo el pedregal. Indicado con fitas.






Si dividimos el itinerario en las dos vías ferratas, vale la pena subir por la Varela Portillo · Oeste, por ser más vertical y expuesta. La cresta que le sigue es igual de espectacular y nos ofrece grandes vistas sobre los Pirineos.



Pero lo mejor de empezar por la ferrata Oeste es sobretodo la recompensa final, las vistas a vuelo de pájaro sobre Riglos y los Mallos.


La bajada por la ferrata de la Mora es un descenso poco vertical que nos permite contemplar el paisaje, especialmente en la aguja que se encuentra a medio camino, equipada para ser subida y convertida en mirador natural. Para encontrar el descenso desde la cima de Peña Rueba seguimos primero al sur y luego al sur-este, indicado con grandes fitas y pintura, pronto encontraremos cadenas y escalones en el tramo final.



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