Hoy finalizaremos esta travesía de 5 días alrededor de los macizos del Vignemale y Monte Perdido. Regresamos a Bujaruelo, punto de partida de esta alucinante aventura.
Salimos de Góriz en dirección noroeste atravesando el barranco de Soaso y hacia el circo de Góriz en sentido ascendente. Después de un pequeño trozo empinado, llaneamos de nuevo dejando el circo de Góriz a la izquierda, pasando por una zona conocida como faja Luenga. El camino está bien marcado, no hay pérdida.
Por la faja alcanzamos una depresión encharcada y volvemos a subir hasta llegar a una zona característica con muchas piedras planas de pequeño tamaño. Es el cuello de Millaris. Delante de nosotros hay una hondonada conocida como la plana de San Ferlús.
El camino desde el refugio de Goriz a la Brecha de Rolando es muy sencillo y resulta atractivo para el último día de travesía. Se salvan pocos desniveles, y siempre de forma cómoda.
Pero antes nos toca recorrer la Faja Luenga y llegar hasta el collado de Millaris, el paso que se ve allí al fondo.
Rodeamos la plana de San Ferlús por la derecha, por un sendero en continua subida, suave primero y más empinado después
Seguiremos dirección N-NO, a nuestra izquierda tenemos en Pico Descargador y el Llano de San Ferlius (con un pluviómetro), que bordearemos; enfrente, el Dedo y la Falsa Brecha.
Vamos por debajo de una faja y cuando el camino se va a convertir en
descendente un hito nos indica que tenemos que subir a la faja Luenga, la pared
que tenemos a la derecha. Se trepa un poco, muy fácil y sin mucha caída, y por la faja nos ponemos dirección a los llanos
de Millaris.
Una vez en lo alto del collado tomamos los hitos que nos mandan hacia la derecha por una faja muy cómoda, sin perder altura, hacia el Descargador. Ojo, que no hay que dirigirse al collado en sí, sino a un hombro que hay a la derecha.
Entre bloques de roca y ascenso por los mismos, bien señalizados, se llega a la gruta helada de Casteret, que
actualmente esta cerrada. La gruta fue descubierta por Norbert Casteret en junio
de 1926. Está
considerada como la cueva de hielo fósil
más alta del mundo. Contiene gran número de salas,
cascadas de hielo, estalactitas y
estalagmitas.
Actualmente la cueva es zona protegida y su acceso está
prohibido. Aunque se puede obviar el paso por la gruta, su belleza la hace totalmente
recomendable, aunque para ello haya que afrontar algunos pasos delicados para
salir de la gruta, y terreno incómodo a partir de ahí.
Hay que tirar hacia el Paso de los Sarrios, no al collado. El camino es, en este tramo, tortuoso, pedregoso, e incómodo.
Siguendo el sendero por un paisaje kárstico se asciende hasta la Brecha de Rolando Este profundo tajo sobre la cresta separa la vertiente francesa de la española.
Pero primero debemos descender por la empinada pedrera y salvar un laberinto de bloques de rocas, en que seguir los hito de piedras cada vez se hace mas difícil, subiremos hasta casi tocar la pared de roca del espolón y en poco llegaremos al Paso de los Sarrios. Con una longitud de unos 30 m, este paso se cruza, sin apenas esfuerzo, con la ayuda de una cadena instalada en la pared, a día de hoy en muy buen estado.
Intentamos no perder altura y en lugar de seguir las huellas en la nieve que nos vamos cruzando, abrimos la nuestra con tendencia a subir...
Tras atravesar varios neveros y subir por zonas mixtas de hielo y roca, llegamos al paso de los Sarrios, equipado con una cadena anclada a la roca.
En una mirada hacia atrás vemos el paso por donde teniamos que haber llegado ayer y no encontramos.
Tras una pequeña subida llegamos a la Brecha, un cortado de 40 metros de ancho por 100 de alto.
La Brecha de Rolando es un corte en la cresta norte del Parque Nacional de Ordesa que hace frontera con Francia. Es un paso natural en la ruta del refugio de Góriz a Sarradets. En las cercanías de la brecha está el Taillón (3146 metros), muy asequible en verano, y el Casco (3012 metros).
Desde aquí podemos ver el Pico Marboré. En este pico, se encuentra la “Gran Cascada” que con 425m de caída es la cascada más alta de Europa y la quinta del mundo. Esta cascada curiosamente es una especie de desagüe del Lago Helado del Monte Perdido con el que está comunicada subterráneamente; es decir, el agua que cae por esta cascada proviene del Lago Helado del Monte Perdido.
El Pico Marboré al fondo |
De nuevo el pico Marboré que cuando se ve por su vertiente sur-este no parece gran cosa, pero por su vertiente norte-oeste (la que estamos viendo ahora) es una impresionante pared que supera los 1.500m de altura.
no tardamos en divisar el refugio, que está situado en un lugar más que privilegiado...
El camino desciende en fuerte pendiente por dos cubetas glaciares con nieve, que llevan al refugio de Sarradets. (Aunque lo más habitual es que estas dos cubetas estén con nieve todo el año, puede haber veranos en los que se funda.)
Tras acabar el glaciar se pasa una pequeña loma y empieza una bajada bastante pronunciada hacia el refugio de Sarradets.
pero no deja de ser un elemento más del paisaje salvaje que nos embriaga, pues parece tarea imposible abarcar de un vistazo todos los detalles del impresionante macizo de tresmiles que nos rodea, Taillón, Casco, Marboré y la parte superior del espectacular Circo de Gavarnie, que nos deja ver el inicio de la Cascada más alta de Europa. ¡vistas del Pico Marboré con la Grande Cascade a sus pies! Lo más parecido al paraíso.
Pico de Marboré , abajo se adivina el corte del Circo de Gavarnie. |
Taillón (3.144 m.) – cara Este, desde su glaciar.
Seguimos el descenso. La bajada continúa de forma muy pronunciada, zigzageando. A veces se pierde un poco el sendero, especialmente al tener el campo de visión tan reducido, pero enseguida lo recuperas al darte cuenta.
Desde el collado de Sarradets pasamos por la cara N del glaciar del Taillon y los Gabieto bajando hasta el puerto de Bujaruelo.
Llegamos a la cascada helada, que afortunadamente no está helada. Es un torrente de agua que baja del glaciar del Taillón. Hay que pasar las aguas que caen del Taillón. En otras ocasiones ha estado todo lleno de nieve, pero esta vez había bastante agua, por lo que hubo que echar mano de las cadenas que están dispuestas al efecto.
En primer lugar hay un tramo de cruce en horizontal. Tras rematar este tramo hay que descender por la margen izquierda de la cascada, para lo cual hay una cadena para agarrarse. Esta cadena es tremendamente útil sobre todo si te encuentras helada la cascada, pero aun estando sin helar las rocas resbalan muchísimo y hay que usarla también.
Una vez superada la cascada, ya no queda más que andar y andar hasta llegar al puerto de Bujaruelo. El ya de por sí largo camino hasta el puerto de Bujaruelo se nos hace horriblemente eterno al ir todo el camino a ciegas. Afortunadamente el sendero está bien marcado y no hay mayor problema que seguirlo y tener un poco de cuidado de no salirte de él.
Debemos bajar al Puerto de Bujaruelo.
Continuando el camino llegaremos a Lacoma, unos llanos herbosos con un refugio.
Llegamos al puerto de Bujaruelo por un camino que va alternando tierra y piedra con algún trozo de pizarra. En esta última parte del puerto hacia Bujaruelo es en la única que nos acompañará la sombra de los árboles.
Una mirada atrás para ver el Collado de Serradets, de donde venimos.
Dejamos detras nuestro el Pico de Serradets.
Continuamos descendiendo ahora hacia la derecha para llegar al collado de Sarradets. Una vez allí podemos contemplar el imponente macizo de Vignemale o Comachibosa.
Sin dar tregua, el sendero se interna en el bosque y continúa descendiendo directo por una larga zona de pedrera a los pies del pico Escusaneta.
Empieza a bajar por un bosque de abetos, hayas y tejos, más tarde por praderas, todo ello siguiendo las líneas de alta tensión que vienen de Gavarnie (Francia).
Aquí cruzaremos un torrente que le dejaremos a nuestra derecha hasta llegar a una pilona del tendido eléctrico donde comienza un bosque de hayas, abetos y tejos por el que bajaremos hasta cruzar el punte románico de Bujaruelo, llegando asi al camping de San Nicolás de Bujaruelo.
El camino serpeante nos lleva por el barranco de Lapazosa, el primer tramo por praderas y canchales de piedra para luego adentrarnos en el bosque. Seguimos por un sendero de piedra suelta hasta llegar a un pequeño refugio, Cabaña de Eléctricas (este nombre se debe a que se guarda material para reparar las torres de alta tensión).
Praderas de Bujaruelo |
Atravesamos el GR-11 y cruzamos el puente de Bujaruelo . Por fin llegamos al Refugio Bujaruelo después de 5 días pateando.
Desde el puente, nos sorprende ver tanta gente bañandose en las aguas de ese río tan frío. Pero la temperatura era muy agradable.
San Nicolás de Bujaruelo y su fotogénico puente sobre esas cristalinas y frías aguas que tienen ese característico color verdeazulado de los torrentes del Pirineo.
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