domingo, 30 de octubre de 2011

Peña Ubiña (2.417 m) desde Torrebarrio.

Ascensión a Peña Ubiña (2.417 m) desde Torrebarrio

Distancia: Unos 11 kilómetros.
Duración: Unas 6 horas con descansos incluidos.
Desnivel: Unos 1.175 metros aproximadamente.
Dificultad: Media - alta. En primer lugar hay que tener una condición física mínima para realizar la actividad, no siendo recomendable la misma para aquellas personas con poca experiencia en la montaña y sin una previa preparación. En segundo lugar hay que resaltar que aunque no es una actividad con grandes trepadas sí hay que realizar alguna y también decir que hay algún paso expuesto, y que a aquellas personas con vértigo y poco amantes de las fuertes pendientes se abstengan de realizar la misma, puesto que pueden pasarlo bastante mal. No viene de más indicar también que debido a la gran afluencia de montañeros que acceden a realizar la ruta gran parte de la misma (principalmente en su parte final) está muy degradada y con mucha piedra suelta teniendo que prestar especial atención, ya que existe una fuerte posibilidad de dar un mal paso con posibles consecuencias no deseadas.


 Peña Ubiña, con sus 2.417 metros, siempre ha sido uno de mis principales objetivos, junto por ejemplo el Espigüete, Peña Prieta, los Mampodres, el Teleno y otros grandes colosos

Los primeros kilómetros transcurren a través de una amplia pista que parte a la salida de Torrebarrio y que nos permite ver gran parte de la actividad que vamos a realizar...
 
El tramo de pista es un buen calentamiento que nos va a venir genial en todos los sentidos, ya que a través de un fuerte desnivel permite que calentemos rodillas y tobillos de una manera rápida y que a su vez podamos disfrutar de unas vistas impresionantes, tanto para la zona de las Ubiñas, Fontanes, Castillines, el Siete...

 

Abajo Fontanes, Castillines, el Siete...Justo en este punto, a mano derecha, sale la pequeña trocha que nos llevará, poco a poco, hasta el Collado Ronzón...

Esta es la parte más sencilla de la ruta, ya que la trocha está perfectamente definida y no existe posibilidad de equivocarse ya que el collado está casi permanentemente a la vista de nuestros ojos...

 Y por fin llegamos al Collado Ronzón (1.942 m), desde donde podemos observar al Este toda la Vega de Candioches con La Almagrera, La Mesa y La Tesa...

Ubiña la Pequeña.

Después de reponer un poco las fuerzas nos dirigimos por ese estrecho paso que hay entre la curiosa roca hacia el objetivo principal del día, Peña Ubiña la Grande...

Curiosa forma geológica camino de Peña Ubiña.
Por donde se puede divisar perfectamente que está bien pisada la parte inicial de la pala final de la ascensión camino de la Grande...

De vez en cuando también venía bien mirar un poco para arriba y darnos cuenta de lo que todavía nos quedaba por subir y la debida atención que debíamos de prestar...
Caos de bloques calcáreos camino de la cumbre...
Indicar que desde el Collado Ronzón hasta la cumbre nos llevaría más o menos una hora, en la cual tendríamos que utilizar las manos para agarrarnos en algún que otro paso, pero no demasiado complicado, pero sí lo suficiente como para tener que poner los 5 sentidos en los mismos...
Dicho lo cual también había tiempo de vez en cuando para intentar sacar alguna bella instantánea de la que estábamos disfrutando durante la ascensión...

 

Hasta que ya, por fin, llegamos a la cresta final a partir de la cual la dificultad descendió exponencialmente...


Todo era un deleite para los sentidos... no podía parar de hacer instantáneas... cada una más bella que la otra...


 

En fácil la crestade Peña Ubiña.



Observamos canales formadas con gran cantidad de nieve 



Y por fin alcanzamos la cumbre de Peña Ubiña (2.417 m)... y hay que hacerse la foto de rigor... primero junto al Toro...


 

Y luego una  junto al vértice geodésico...


 Para finalizar insistir en que se trata de una actividad muy exigente, apta solo para aquellas personas acostumbradas a patear por la montaña, sin demasiado vértigo y sin miedo a las trepadas (pocas, pero peligrosas) y destrepadas... no hay que olvidar que el desnivel a salvar es de casi 1.200 metros y que éstos se hacen en poco más de 5 kilómetros y medio, y que la bajada es píndia y con varios sitios peligrosos en los que debido a lo pisado del terreno y a la gran cantidad de piedras sueltas es fácil tener un resbalón y tener por ello algún tipo de problema. 
Pero eso sí... todo esfuerzo merece la pena con el fin de alcanzar una de las cumbres míticas de la Cordillera Cantábrica, con unas vistas excepcionales y que hacen que todo el esfuerzo realizado merezca la pena con creces, y si encima tenéis un día tan bueno como el que nosotros disfrutamos pues mucho mejor.

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