martes, 2 de junio de 2015

Vía Ferrata Canal del Palomo

Vía Ferrata Canal del Palomo




Salimos de Huesca por la N-240 y nos desviamos a los 5 km. por la HU-330 dirección Loporzano y Vadiello. La carretera se acaba en la misma presa de Vadielo, pero nosotros tenemos que aparcar varias curvas antes. Tomamos como referencia el paso por varios (creo que 4) túneles cortos y seguidos, excavados a pico, la carretera gira a la izquierda y desciende ligeramente hasta llegar a una pronunciada curva a la derecha. Allí mismo hay unas instalaciones abandonadas y una explanada para aparcar. Veremos el cartel indicativo al Canal del Palomo.

Acceso

Unas altas paredes presiden el parquing donde dejamos el coche. Para llegar a la canal seguimos al oeste, indicador al Canal del Palomo y la Ermita de San Chinés, resiguiendo el margen derecho del barranco de Isarre. A los 2 minutos (500 metros) llegamos a la Canal del Palomo. Para identificarla nos valdrán varios elementos, las clavijas y la sirga de seguridad pueden pasar inadvertidos, pero no la cascada previa (normalmente seca y llena de vegetación), final de la canal del Palomo, que nos servirá de pista para encontrarlas.


De camino de regreso nos fuimos a hacer una ferrata que viene a ser casi la mas antigua de Aragón y una de las más exigentes.
Esta ferrata esta equipada con clavijas en vez de grapas, esto la hace más emocionante pero no más peligrosa por lo bien equipada que esta. En el desplomado final hay una grapa para facilitar el paso.
El inicio ya te avisa de que hay que currar, comenzamos con unas clavijas en las que hay que estirarse porque están algo alejadas.


Situados bajo una brecha,  encontraremos las primeras clavijas, las cuales resultan escasas.


Tras un corto tramo horizontal nos adentramos en el barranco

La entrada en la canal es espectacular por su estrechez y verticalidad. Pasamos junto a una pequeña oquedad y seguidamente nos vamos introduciendo en la canal.

El equipamiento actual es bastante bueno, nos permite avanzar asegurados desde el primer resalte hasta la salida de la canal e incluso en buena parte del camino de regreso, también equipado con clavijas en algún destrepe. Lo cierto es que se nos antoja casi imposible concebir como antes se subía sin cable de vida, pues hay varios tramos bastante comprometidos y de considerable altura, tanto al inicio como a la salida de la canal, donde una posible caída sería como mínimo aparatosa y donde la humedad y el agua son un factor importante que aumenta la dificultad y el peligro de un resbalón. 

Aún así, optamos por asegurarme con una cuerda en algunos tramos. La piedra estaba super resbaladiza, y un pequeño resbalón provocaría una caída de varios metros y golpes contra esas clavijas, que ni el cable de vida te evitaría.

Incluso con el nuevo equipamiento el itinerario no es un camino de rosas y hay por lo menos tres resaltes de bastante dificultad, que son los auténticos pasos clave del itinerario.
Una vez subiendo por las clavijas hay que tener mucho cuidado,una caída aun con el cable de vida puede ser fatal debido a las clavijas. También se puede observar lo que alejaban las clavijas una de otra, incluso midiendo 1,72, me costaba bastante alcanzarlas. 

El primer paso de dificultad se encuentra al inicio justo después de superar un par de pequeños resaltes, es una chimenea tumbada y resbaladiza muy vertical. Con nuevas clavijas es más fácil superarlo.



A veces no llegamos a todas las clavijas, pues están bastante separadas. A veces hay que agarrarse a la sirga...

La película continúa con deferentes malabarismos e importantes pasos de dificultad.


El segundo es otro tramo muy vertical por el que avanzaremos con la ayuda de las clavijas y por oposición. En la parte media es difícil encontrar una buena posición para seguir subiendo...


No tiene desperdicio esta ferrata, es realmente difícil y a la vez interesante. Las salidas de cada peldaño son bastante verticales incluso extraplomadas.



Se suceden las acrobacias y despatarramientos varios... la ferrata en este sentido es muy atlética, se necesita de bastante fuerza de brazos y ser ágil y elástico para alcanzar las diferentes clavijas.....esto parece un circo.

Un pequeño descanso..


Un vistazo hacia abajo, mejor no resbalarse y golpearse contra las clavijas. Incluso subiendo, tenías que tener cuidado de no darte con ellas en la cara o en los ojos.. cosa no tan difícil.


Otro pasito acrobático





Esto parece que nunca termina, son 200 metros de desnivel, pero verticales...














Ya casi a la salida, cuando la canal se va abriendo, encontramos el paso más difícil de todos, una cascada lisa y resbaladiza con clavijas a lado y lado y una entrada ligeramente desplomada. Con tranquilidad y estirándonos lo suficiente saldremos del resalte para afrontar un último paso estrecho y desplomado que es la guinda final.













En esta canal esta prohibido pisar dentro de las pozas ya que en ellas vive el Tritón, una especie en peligro de extinción. Dicha especie solo vive en aguas muy puras y como cada día son menos los sitios con esas aguas ocurre lo mismo con estos animales.
La verdad es que exceptuando una poza en la que si eres alto tienes que coger una mala postura para superar la poza, en las demás se pueden evitar tranquilamente.





Casi al final  está el extraplomo mas difícil, y eso que hay un par de grapas. Hay que tirar de brazos y de piernas con gran agilidad.  Como ventaja es que en lugar de clavijas había un par de grapas para las manos





Después de esto el barranco se va cubriendo de vegetación y entre unos árboles y bloques de conglomerado salimos a este muro. Por encima de él tenemos la cima de los mallos de Ligüerri y el pico Borón





Adentrarse al canal del Palomo es en definitiva impresionante de inicio a fin. Es fácil ver en la badinas pequeños tritones, señal de la pureza de las aguas. Éstos están protegidos y se prohibe entrar en las aguas durante todo el año. Las formas sinuosas y la verticalidad de la canal nos van preparando para el escenario final, un alto circo ciego barrera infranqueable y nido privilegiado de rapaces y otras aves características de los Mallos de Ligüerri.


Finalmente después de una ardua lucha, salimos al circo superior.


Si la canal es impresionante, no lo es menos las vistas que nos encontramos fuera de ella. Hay un circo que nos deja un final de ferrata espectacular, vamos el mejor regalo para nuestros ojos, acompañado seguramente por abundantes buitres e incluso por cabras montesas.


Pasamos al segundo tramo de la ferrata, la via horizontal. ¡Qué descanso!





Los pasajes son bastante aéreos y están equipados con sirga y en algún tramo incluso clavijas, pero la roca es tan adherente que nunca se tiene la impresión de poder resbalar.



Se suceden pasos horizontales con pequeños destrepes. 
Acabaremos en un lugar mágico, los Mallos de Ligüerri. Espectacular formación rocosa, a la que nos aproximaremos sin apenas descender  puesto que nuestro objetivo es seguir la ascensión hacia el pico Borón.

La segunda parte del regreso es algo más emocionante, ya que hay que destrepar varias clavijas y al menos a mi me parece más complicado esto que subir.










Regreso

» Podemos regresar rapelando por la canal para ello necesitamos una cuerda de 40 metros y respetar la prohibición de entrar en las pozas durante todo el año. Hay que proteger a los tritones. El descenso es complicado por la humedad y las mismas clavijas que tanto ayudan en la subida.
» Para salir caminando, seguimos el cable de seguridad instalado que nos dirige al este. Caminamos por un balcón natural que iremos descendiendo por un par de tramos equipados con clavijas. El camino es fácil pero una caída o resbalón, en caso de lluvia la cosa es más complicada, pueden ser peligrosos. De todos modos el cable de seguridad nos acompañará en todo momento. Al final bajamos en zig-zag hasta el coche, ya visible desde buena parte del regreso.

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