sábado, 16 de febrero de 2013

PEÑA TREVINCA (2.127 m)

No sólo se trata de la montaña más elevada de la sierra Segundera, sino que además tiene el honor de ser la más elevada de la provincia de Zamora y de la Comunidad Autónoma de Galicia ya que su cima y el cordal de ésta marca la muga entre Zamora y Ourense.

Y si ha esto se le unimos la belleza del entorno le convierte sin duda en una de las montañas más emblemáticas y codiciadas por los montañeros de la zona......

Del aparcamiento, junto a unos paneles informativos, sale una marcada pista balizada con mojones de madera pintados de color azul oscuro. Pronto la pista deja la Laguna de los Peces abajo, a nuestra derecha, y nos acerca a un pequeño refugio. No hay que llegar a él ya que la pista continúa dirección NO para salvar un pequeño collado que forman las cimas de Ventosa (1.858 m.) a nuestra izquierda y la Peña Cabrita (1.903 m.) a nuestra derecha.



Llegamos a una amplia loma al alcanzar la zona del collado.
Durante el corto ascenso hemos pasado de caminar por una pista a hacerlo por una senda que de igual manera está balizada.

La senda sigue por todo el cordal de esta pequeña sierra que separa el valle de Tera, a nuestra izquierda, de la zona donde se asientan las lagunas de los Peces y las Yeguas, ahora ocultas tras Peña Cabrita a nuestra derecha.



Aún no se aprecia Peña Trevinca pero a medida que avanzamos podemos ver como un pequeño pico empieza a surgir en nuestro horizonte. Se trata de nuestro objetivo aún lejos. El descenso al valle de Tera se hace de forma suave y a media ladera. Vemos como el Embalse de Vega Conde, helado en su mayor parte, va quedando atrás mientras descendemos dando un rodeo a media ladera. La senda sigue dirección NO en suave descenso pero nosotros la abandonaremos y trazaremos un descenso sin senda una vez cruzado el arroyo Vidulante. Un refugio será nuestra referencia de bajada. Llegado a éste nos reencontramos con la senda que nos guiará hasta un cercano puente. 

El deshielo hace que el agua en el río sea abundante por lo que el paso de éste puede ser complicado. Así que usamos este magnífico puente para cruzarlo. Ya al otro lado, y ahora dejando el río a nuestra derecha, nos encaminamos por senda balizada hacia nuestro monte. Este tramo de suave caminar se va a complicar a la hora de cruzar los diferentes arroyos que se unen al río por nuestra izquierda.



Tras un largo camino llegamos por fin a lo parece ser el inicio de la ascensión tras larga aproximación. A nuestra izquierda vemos el pequeño circo que forma la cara sur de Peña Trevinca con la cara norte de Piatorta o Peñasco Vedado (2.015 m.). En esta zona, denominada Majada Trevinca que es cruzado por el arroyo Maseirón, es donde se va ha iniciar el ascenso.

Ya no hay más aproximación y hay que subir. Bordeamos una pequeña colina pedregosa, que dejamos a nuestra derecha, para tomar la diagonal que nos acerca al cordal. En función de la época y el estado de la nieve se puede subir directamente o bordeando por su cara sur un pequeño tramo de roca algo vertical.



De todas formas quitando algún que otro punto donde nos ayudamos con las manos el ascenso en condiciones normales no conlleva dificultad técnica alguna.



Peña Trevinca

Y tras haber superado los últimos 450 metros de desnivel que hay del arroyo Maseirón, se alcanza nuestro codiciado objetivo, la cumbre de Trevinca. 


 En la cima encontramos los restos de una cruz de hormigón de siete metros de altura que los montañeros zamoranos alzaron en su cumbre. Hoy día ésta yace en el suelo quebrada, las condiciones climatológicas, como siempre, imponen su voluntad. También hay un buzón instalado por el Club Montañeiros Celtas.


Las vistas desde la cima: Peña Negra, Peña Surbía, Moncalvo, el Teleno más a lo lejos..

 Peña Trevinca desde Peña Negra



Peña Negra

Una vez en la cima, y hecha las fotos de rigor, nos dirigimos hacia Peña Negra. Sin duda el descubrimiento del día, pues las vistas que nos esperaban allí son impresionantes. Pasamos allí un buen rato mirando hacia León, buscando a Los Picos de Europa, El Teleno, Las Médulas leonesas... y alguna mina de pizarra de la parte leonesa. 



Decidimos volver por la cuerda que nos dejaba en la falda contraria al refugio, y volver desde ahí.
 Por la cresta de Peña Negra




A excepción del verano (que ha de ser bastante desagradable por el calor y sin la belleza de la nieve) la época más recomendable para su ascenso es a finales de invierno y/o principio de primavera, cuando las nieves aún dominan las montañas y el deshielo nos compensa la vista, con su invernal manto y sacia nuestra sed con sus innumerables arroyos.

El track de la ruta:

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