viernes, 2 de diciembre de 2011

Monte Perdido 3355 m y Punta Escaleras 3027m

Monte Perdido 3355 m, por Punta Escaleras 3027m (PD)

Partimos un viernes 2 de diciembre, rumbo al Pirineo, el destino de la primera noche era Torla en donde habíamos reservado en el Refugio-Albergue Lucien Briet, sitio cómodo y barato donde los haya. 

El Monte Perdido figura entre los tres miles más frecuentados del Pirineo, por lo que en pleno verano su acceso habitual es una ruta de multitudes. Esa circunstancia, que le priva de los encantos de la alta montaña, puede ser soslayada utilizando un itinerario alternativo que discurre por la cresta meridional, paralelo a la vía normal. Se trata de la variante de las Escaleras, seguida por lo primeros ascensionistas.

Aproximación a Góriz

La mañana siguiente no madrugamos mucho, el subir a Góriz no nos iba a llevar una jornada completa e intentamos alargar la jornada para disfrutar del valle.
Partimos por la senda entre matorrales de boj y bosques de coníferas hacia el fondo de Ordesa, las fajas estaba siendo iluminadas por los primeros rayos del sol del Este y entre éstas destacaba el altivo Tozal de Mallo, mientras uno ya se va dando cuenta del porque de Parque Nacional.


Dejamos a un lado el desvío al Circo de Cotatuero y la Virgen del Pilar y continuamos por el fondo del valle tomando la ancha pista y comenzando a ganar altura para llegar a la Cascada de Arripas, que bien merece una parada. La pista comienza a girar a la vez que las hayas comienzan a aparecer, un lugar mágico el Hayedo de la zona del Estrecho.

 
El valle se estrecha y las paredes salen verticales desde la pista, pasamos por la zona de los abrigos y la Cueva del Frachinal donde el frío suele formar cascadas en invierno y que esta vez están bastante rotas y hechas añicos.

 

El valle cada vez nos va enseñando sus mejores caras, es como un premio, cuanto más andas, mejores vistas te muestra, llegamos a una de las joyas del valle: las Gradas de Soaso compuestas por saltos de agua provocados por los estratos calizos casi similares en cuanto a formación y que hacen las paisaje una maravilla.

Punta de Gallinero desde la Pradera de Ordesa.
 Desde aquí la senda se separa algo del Río Arazas y gana altura por donde puede, volviendo nuevamente a unirse ya en las cercanías del Circo de Soaso cuando por encima de todas las fajas sobresale el gran MONTE PERDIDO y su la laderaSur.

En estos momentos y viendo la ladera Sur del Monte Perdido aún no teniamos la idea de subir al Monte Perdido por la Vía de las Escaleras que transcurre por su ladera Sur, sino que ibamos con la intención de hacer su vía normal por la Escupidera.

Río Arazas en las Gradas de Soaso.




A lo largo del cañón discurre el río Arazas, ofreciendo a su paso multitud de rápidos y cascadas. Poco antes de dar paso a la zona llana y herbosa del circo, en las Gradas de Soaso el río se descuelga formando repetidos escalones.  




Tras cruzar el llano de Soaso llegamos a la COLA DE CABALLO, otra de las joyas del valle y de todo el Pirineo

Cascada de Arripas.
Cascada de Arripas.




Disfrutamos haciendo algunas fotos y aprovechamos para realizar una pequeña parada, mientras de reojo mirábamos a las Clavijas de Soaso, próximo obstáculo. Tras la parada nos pusimos en marcha hasta la base de las clavijas donde guardamos los bastones,  lentamente fuimos progresando por las clavijas y cadenas para llegar a su parte alta sin más problemas que lo aéreo y expectacular del lugar.






Una vez superadas la clavijas de Soaso llegamos a esta explanada. Solo debemos seguir por el sendero muy marcado que nos llevará hasta el Refugio de Góriz.
 

Abajo dejamos el valle por donde hemos venido.



Ya en el refugio comentamos con otros montañeros nuestro itinerario y ellos nos explican el suyo, iban a subir por Punta Escaleras y bajar por la Escupidera. Esta propuesta nos pareció mucho más interesante que subir y bajar por el mismo sitio, así que les preguntamos si les importaba que subiesemos con ellos, puesto que no nos conocíamos la ruta por punta Escaleras.
Lo de la cena del refugio merece una mención especial; tres platos y postre, ¡toma ya!.

Vía de las Escaleras al Perdido.

A las 5.00 de la mañana estabamos desayunando todos para comenzar juntos tan prometedora ruta. A las 5:30 estabamos todos puntualisimos preparados con los frontales.



La Vía de los Escalones sin ser una vía de alta dificultad presenta en su recorrido tres chimeneas que rondan el grado IIIº de escalada en roca y pueden estar cubiertas con hielo durante el invierno, quizás la clave de la vía es encontrar la primera de las chimeneas entre tanta faja y que te abre el camino a las siguientes, es una forma más elegante de llegar a la tercera cumbre de los Pirineos.
Ascendemos en fuerte pendiente ligeramente hacia la derecha, subiendo por unas rocas.



Al principio la ruta es la misma que hacia la normal del Perdido y cuando ganamos los primeros 100 metros de desnivel abandonamos la normal, hacia la derecha en dirección Este, con mayor inclinación, siempre viendo el refugio más abajo.



La parte inferior de la ruta está pelada y tenemos que superar los primeros escalones en roca mediante fáciles trepadas.
Al llegar a una repisa al pie de las primeras paredes del Perdido la nieve empieza a cubrirlo todo y paramos a poner crampones. Se puede tomar ya la ruta de la ruta de Punta Escaleras, subiendo a la derecha por un canal justo detrás de las primeras paredes del Perdido.



Si siguiesemos la subida hacia la izquierda, nos adentraríamos en el barranco entre el Cilindro y el Perdido, en dirección al Collado del Cilindro. Nosotros subiremos por la derecha, en dirección a Punta Escaleras.

 

Superamos nuestro primer escalón por una ladera de fuerte pendiente, teniendo ya el valle de Ordesa a nuestras espaldas. Sin nieve el escalón puede suponer realizar alguna trepada pero con nieve la cosa se suaviza, aunque debiendo tener experiencia con los crampones y piolet, y pudiendo apurar un poco a la gente con menos experiencia.

 

Superada esta primera canal.



Delante tenemos una corta ladera con otra otro nuevo escalón.

Seguimos ascendiendo por las diferentes palas con el valle de Ordesa siempre a nuestras espaldas.



El sol ilumina poco a poco las cumbres de nuestro alrededor.

 


Pronto llegamos a la hora de marcha, el sol ya asomó por el Este y paramos para ponernos un poco de crema en una zona algo pelada de nieve desde donde el itinerario realiza un cambio de dirección. Ahora hay que ascender hacia el Norte para introducirnos entre dos pulmones rocosos hacia la primera de las chimeneas, situada a la izquierda de una gran pared caliza.





 

Superado este nuevo escalón o canal (en invernal), un poco más empinada, al frente aparece otra corta ladera cortada por la Punta de las Escaleras. El pico se puede rodear, o incluso ascender por la derecha, pero vemos fácil y más directo subirlo por la izquierda. Una vez arriba seguimos la corta cresta a la derecha hasta la cima. Las vistas de la cresta del Marboré al Taillón son excelentes.



Ascenso final a la Punta de las Escaleras y Saliendo de la canal que llega a Punta Escaleras

Arista cimera previa a la cumbre de la Punta de las Escaleras.



El Cilindro vigilándonos en todo momento.

 

Tras superar la chimenea las palas no suben de 35º y situados bajo la cumbre de la Punta de los Escalones tenemos que bordearla por su parte derecha buscando el punto débil de esta nueva barrera caliza, no hace falta caminar mucho para llegar a la parte derecha y antes de perder altura pasar por un tramo calizo fácil que no llega a IIIº y montarnos en el hombro Este de la Punta de los Escalones, ahora ya podemos divisar el resto de vía y las dos siguientes chimeneas:

Desde este punto vemos el tramo más entretenido de la ascensión. Nos quedan por salvar trescientos metros de desnivel y los dos escalones más relevantes de la ruta. Este tramo si que está muy innivado. El primero es un poco empinado, pero al menos con nieve se sube sin problemas.
Monte Perdido visto desde la Punta de las Escaleras

Para descender de Punta Escaleras hay dos posibilidades, la más fácil es perder altura por el hombro hasta llegar a una depresión y volver a ascender hacia la 2ª chimenea que ya se avista y la segunda es ascender hacia la cumbre de la Punta de los Escalones y un poco antes de llegar a la misma destrepar una plaquita fácil que con hielo puede suponer un problema más elevado



Nosotros hicimos esta última y con cuidado pudimos descender hacia la pala sur del Monte Perdido y caminar hacia la 2ª de las chimeneas a la que llegamos en escasos 10 minutos de marcha y que está situada a 3090 metros de altitud.


Esta segunda chimenea si bien tiene un paso elevado en roca IIIº, con nieve las condiciones son muy diferentes ya que nos encontramos con un corredor que terminaba en un resalte de hielo de 65º que tenemos que superar mediante piolet-tracción. Sin ser técnicamente difícil, nos pareció que este paso no era apto para todos los públicos al tener
en su salida hielo y nieve, además es la más larga.
Tras pasar una primera chimenea se gira a la derecha por un tubo umbrío con hielo algo más fácil pero que se mantienen más duro.


Realizamos la misma operación y algunos ascendieron hasta la salida de la chimenea para ir asegurando a los compañeros uno a uno que disfrutaron de lo lindo del ambiente tan alpino de la vía.



Tras salir todos de la segunda de las chimeneas nos pusimos rumbo a la 3ª que teníamos algunos metros más por encima caminando por una ladera fácil y en medio de un día estupendo de Diciembre.


En la base de la tercera chimenea a 3200 metros comimos algo y emprendimos la subida de esta última que es la más corta de las tres y la que parece más fácil pero su salida con un pequeño bloque taponando te pone en aprietos, otro nuevo IIIº en roca.


Nuevamente se fue subiendo de uno a uno la chimenea asegurando desde arriba superando la última de las dificultades rocosa de la jornada, ya estábamos en la pala final.


Ya sólo queda la subida directa a cima, o zigzagueando para relajar la pendiente, con la Punta de las Escaleras debajo, y Ordesa al fondo.



Cuando sales de la última chimenea uno se crece, se piensa que la cumbre está ya ahí, pero cuando miras a la derecha y ves la cumbre del Soum de Ramond bastante más alta que tu altura, te das cuenta que aún queda rato hasta cumbre.




 Ahora la cosa se empina un poco, unos 35º/40º de inclinación por palas de nieve cambiante, a ratos dura y perfecta para progresar, a ratos blanda.

 

Progresamos en zetas para que la pendiente y los más de 3.000 metros no nos pasaran factura en la subida y manteniendo un ritmo continuo fuimos dejando cada vez más atrás el Valle de Ordesa para llegar a uno de los grandes del Pirineo.





Sabíamos que llegabamos a la cumbre, por que había gente arriba celebrándolo, el vértice geodésico estaba tapado por más de un metro de nieve y sólo asomaban unos centímetros del tubo, por detrás ya no existía montaña más alta. Así todos fuimos llegando a cumbre y celebrando el éxito de la salida.



Cumbre de Monte Perdido 3355 m. La subida ha sido dura y muy bonita y las vistas del Perdido son excepcionales, destacando los cercanos Cilindro y Añisclo (Soum de Ramond).


Tenemos buena parte del pirineo a la vista, desde el Aneto hasta el Vignemale, pasando por Munias, Taillones y picos más mesetarios como el Moncayo o Sierra de Guara. Descansamos por unos momentos sentados en la cumbre y comimos lo que pudimos aislados del mundo y disfrutando de un paisaje como pocos, a pesar de que la mente de algunos ya estuviera pensando en la "temida escupidera".






Se estaba muy agusto en la cima pero habia que ir pensando en bajar. El sol apretaba y aún nos quedaba la Escupidera.
La bajada la realizaremos por la ruta normal. Primero descendemos unos pocos metros por detrás, hacia el Norte, para enseguida girar a la izquierda. Tras un descenso de fuerte pendiente por un embudo y pronto llegamos a la depresión de la escupidera.



En su parte alta presentaba nieve dura pero su inclinación continua de 30º hacían de un lugar poco peligroso, eso sí no te puedes caer. Tras la parte inicial la nieve cambió y ésta se encontraba bastante blanda, lo justo para ir perdiendo altura controlando un poco y bajar incluso con rapidez la zona más expuesta a caídas.


 

Llegamos a la mitad de la "escupidera" desde aquí ya el camino se torna menos peligroso ya que una posible caída no te escupe hacia el valle sino que te lleva al Lago Helado unas decenas de metros más abajo, pero la huella en lugar de dirigirse al lago por la vaguada, se dirige por la parte alta de la morrena por una afilada arista que por momentos nos recuerda a la de Les Bosses en el Mont Blanc.


La escupidera es la zona del Pirineo con más accidentes mortales, con lo que evidentemente nunca hay que perderle el respeto. Su nombre ya es bastante significativo. Es una ladera de fuerte pendiente tanto frontal como lateral, siendo la lateral la realmente peligrosa ya que finaliza en una importante caída por una pared de roca. La mayor parte del año la escupidera está cubierta de nieve, estando muchas veces helada, con lo que un fallo puede suponer una caída difícil de detener. Es imprescindible llevar crampones y piolet, y por supuesto saber utilizarlos correctamente y estar habituado a ellos.
Aqui vemos la zona de la Escupidera desde abajo con la caída a la pared de roca y el porque de su nombre. Un resbalón en la bajada sería fatal.





Entre tramos afilados y otros con pendiente brusca llegamos a las cercanías del Lago Helado son las 16:00 por lo que nos quedan un par de horas de luz, las justas como para llegar al refugio, al final hemos cuadrado la jornada perfectamente. Sin parar en el lago decidimos continuar hacia abajo para no perder mucho tiempo y llegar con luz, la nieve está bastante blanda y vamos perdiendo altura por la ruta normal del perdido con rapidez, incluso aprovechamos algunas laderas para tirarnos con el culo y descender por la nieve blanda hasta las depresiones. Así sobre la hora de marcha llegamos a la Ciudad de Piedra, llamada así por los grandes bloques apilados en forma de casas que se sitúan en el barranco.


Sólo nos queda estirar un poco las fuerzas y con la luna ya en el cielo terminar de descender al refugio por palas fáciles.
10 horas de jornada en las que hemos disfrutado y estamos de nuevo en el refugio donde nos hacen una buena cena como el día anterior y los guardas se salen del mostrador para celebrar con nosotros una noche especial rociada con orujo.


Al día siguiente nos hacemos una foto del grupito que nos juntamos para subir al Perdido por las escaleras, una ascensión difícil de olvidar.

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