Se trata de una vía ferrata muy accesible desde el aparcamiento y, al mismo tiempo, muy variada y divertida ya que incluye un puente de mono y un puente tibetano en su recorrido. La mayor dificultad es un pequeño extraplomo que se encuentra en el inicio de la vía.
Vía ferrata con dos puentes, uno tibetano muy largo y otro nepalí.
Una zona desplomada pone la guinda a un recorrido muy variado.